Cuando se trata de energía, China dispara en todas direcciones
Última actualización Dec 11, 2024
China está reescribiendo las reglas del juego del transporte por carretera, combinando la rápida adopción de vehículos eléctricos con audaces inversiones en infraestructuras de combustibles alternativos.
China acapara los titulares cuando se trata de la transformación del sector viario. Los vehículos eléctricos inundan las carreteras chinas mientras las empresas públicas y privadas invierten en infraestructuras de combustibles alternativos. El gigante asiático tiene la misión de alcanzar ambiciosos objetivos de neutralidad de carbono para 2060. En el centro de este cambio se encuentra una red en evolución de estaciones de servicio con marcas nacionales e internacionales.
La red china de más de 100.000 estaciones de servicio está experimentando una transformación radical. Históricamente dependientes de la venta de gasolina y gasóleo, estas estaciones están diversificando su oferta para incluir GNL, hidrógeno y recarga de vehículos eléctricos. El concepto de estación multienergía es una realidad desde hace varios años.
La evolución del transporte por carretera en China
Con el mayor parque automovilístico del mundo, la dependencia de China de la gasolina y el gasóleo es innegable. Las políticas encaminadas a alcanzar el máximo consumo de petróleo en 2027 han empezado a cambiar el panorama. La demanda de combustibles líquidos disminuye lentamente a medida que las alternativas ganan terreno.
El gas natural comprimido (GNC) y el gas natural licuado (GNL) han surgido como opciones viables para reducir las emisiones, especialmente entre los camiones pesados. Las ventas de camiones de GNL superaron las 100.000 unidades en el primer semestre de 2024, gracias a las subvenciones públicas y a unas normas de emisiones más estrictas. Sin embargo, la viabilidad económica de estos camiones está estrechamente ligada a las disparidades regionales de precios del GNL y a la preocupación constante por las fugas de metano.
Los biocombustibles, a pesar de su potencial, han tenido dificultades para afianzarse debido a los problemas de disponibilidad de materias primas y a los limitados incentivos políticos. La mezcla media de biodiésel sigue siendo inferior al 0,3%, pero las inversiones en biocombustibles avanzados, como el etanol celulósico y los combustibles sintéticos, están empezando a cambiar el panorama. China ha desarrollado tecnologías para producir etanol a partir de carbón y gases residuales industriales, posicionándose como un innovador en el sector.
La tecnología de las pilas de combustible de hidrógeno también está haciendo furor en China, sobre todo en el segmento de los vehículos comerciales. Las ventas de autobuses y camiones impulsados por hidrógeno alcanzaron las 5.217 unidades en los tres primeros trimestres de 2024, lo que representa más de la mitad de las ventas mundiales de esta categoría. Aunque la infraestructura del hidrógeno está aún en pañales, los incentivos y las inversiones gubernamentales están acelerando su despliegue. Las estaciones de servicio de hidrógeno, aunque actualmente apenas superan las 500 en todo el país, crecerán exponencialmente a medida que surtan efecto las subvenciones y las inversiones en infraestructuras.
Sin embargo, es en la movilidad eléctrica donde el país brilla de verdad.
Electrificación de las carreteras chinas
En 2023, el país representó más del 60 % de las ventas mundiales de vehículos eléctricos, con 8,1 millones de unidades matriculadas en su territorio. Esto representa un aumento del 35% en comparación con 2022, consolidando el estatus de China como el mayor mercado de vehículos eléctricos. Las medidas políticas, que incluyen exenciones fiscales y subvenciones sustanciales, han hecho que los vehículos eléctricos sean más accesibles, mientras que los fabricantes de automóviles nacionales han reducido los costes a través de la escala y los avances tecnológicos.

La infraestructura de recarga se está expandiendo rápidamente para seguir el ritmo del creciente número de vehículos eléctricos. En 2023, China contaba con más de 1,8 millones de puntos de recarga accesibles al público, más de la mitad del total mundial. Las estaciones de servicio están instalando rápidamente cargadores rápidos para atender la creciente demanda. El año pasado, Shell y BYD inauguraron la mayor estación de recarga de vehículos eléctricos de China, con 258 puntos públicos de recarga rápida. Para finales de 2023, casi el 30% de los cargadores públicos de vehículos eléctricos estarán situados en estaciones de servicio.
“Nuestro país ha construido el mayor sistema de infraestructura de recarga del mundo, con el mayor número de cargadores, la más amplia gama de servicios y los tipos más completos de cargadores”, declaró Li Chao, portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), en junio.
Aunque los vehículos eléctricos son un pilar fundamental de la estrategia de descarbonización de China, su impacto ambiental se ve atenuado por la dependencia del país de la energía de carbón, que sigue generando más del 60% de su electricidad. La estrategia del país ha sido la siguiente: construir primero un ecosistema de VE y obtener después electricidad más limpia.
La evolución de la red de estaciones de servicio desempeñará un papel fundamental en la remodelación del transporte en China. Marcas internacionales como Shell y BP ya están experimentando un crecimiento significativo en el mercado. La energética italiana ENI abrió su primera estación a principios de año con CIEC. Combinando los combustibles tradicionales con tecnologías de vanguardia como los vehículos eléctricos y el hidrógeno, y adoptando biocombustibles avanzados, China está creando un modelo a imitar en todo el mundo.










