E-Combustibles: Una nueva frontera en la descarbonización del transporte estadounidense
Última actualización Nov 29, 2024
El Transportation Energy Institute estudia la viabilidad de los combustibles sintéticos para descarbonizar el transporte en Estados Unidos.
Un informe recién publicado elaborado por el Transportation Energy Institute y Environmental Resources Management (ERM), arroja luz sobre el potencial transformador de los e-combustibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El informe subraya su promesa como solución versátil para descarbonizar sectores como el transporte por carretera, aéreo, marítimo y ferroviario, al tiempo que identifica importantes obstáculos para su adopción generalizada.
Los e-combustibles, también conocidos como combustibles sintéticos, se fabrican a partir de electricidad renovable, agua y dióxido de carbono (CO2) capturado. Una de sus características más destacadas es su compatibilidad con los vehículos con motor de combustión interna (VCI) y la infraestructura de abastecimiento de combustible existentes. Esto los convierte en una atractiva solución para reducir las emisiones sin necesidad de grandes reformas de la infraestructura. Según el informe, los e-combustibles pueden reducir hasta un 99% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles tradicionales cuando se producen con energía renovable adicional.
Aunque los beneficios son convincentes, los e-combustibles se enfrentan a retos de escalabilidad y coste. En la actualidad, sus costes de producción son entre 2,5 y 4 veces superiores a los de los combustibles fósiles, debido a los procesos de producción de hidrógeno verde y captura de CO2, que consumen mucha energía. A pesar de las posibles reducciones de costes hasta 1,5 o 3 veces los precios de los combustibles fósiles para 2040, estos obstáculos complican su camino.
A escala mundial, el panorama político condiciona la adopción del e-combustible. En Estados Unidos, los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación pretenden reducir los costes de producción, pero la ausencia de mandatos de mezcla y de otras políticas de demanda crea incertidumbre entre los productores. En cambio, la Unión Europea y el Reino Unido establecieron marcos más claros, que incluyen objetivos de mezcla y sanciones de cumplimiento, que están impulsando la demanda en sectores como la aviación. Esta disparidad podría dar lugar a la exportación de e-combustibles producidos en EE.UU. para capitalizar las políticas favorables en el extranjero.
El informe sitúa a los e-combustibles como una tecnología complementaria a otras soluciones de descarbonización como los vehículos eléctricos de batería (BEV) y las pilas de combustible de hidrógeno. Aunque los BEV son más eficientes en términos de consumo energético, su adopción se ve obstaculizada por problemas de infraestructura y autonomía. Los combustibles sintéticos, por su parte, ofrecen una solución inmediata para descarbonizar los VCI existentes, sobre todo en sectores como el transporte pesado, donde la electrificación es menos factible.
Acciones clave necesarias para impulsar los e-combustibles en EE.UU.
Para liberar el potencial de los e-combustibles, el informe identifica varias acciones clave. Se insta a los responsables políticos a establecer vías y objetivos de descarbonización más claros, incluida una hoja de ruta completa para los e-combustibles. Esto debería abordar la producción, la infraestructura y la integración con otros sectores del transporte, como la aviación y el transporte marítimo, para evitar la competencia por los recursos.
Garantizar el desarrollo sostenible de los e-combustibles es otra prioridad. La normalización de las metodologías de evaluación del ciclo de vida de las emisiones de GEI permitirá a las partes interesadas evaluar los beneficios medioambientales y garantizar la armonización de las políticas. Además, el establecimiento de incentivos a la demanda, como objetivos de mezcla obligatorios para los combustibles sintéticos, podría crear certidumbre en el mercado y fomentar la inversión en la producción nacional.
Dado que el sector vial estadounidense representa el 22% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, los e-combustibles representan una vía prometedora para alcanzar los objetivos climáticos.
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